Vitocho

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Pueblo Libre, Lima, Peru

2014-07-31

Hay una palabreja de uso común y frecuente en nuestro diario devenir: “seguimiento”
·         “Vamos a hacer un seguimiento de las medidas a implementar…”
·         “Hay que hacer seguimiento de las solicitudes, documentos, órdenes, etc, (lo que se les ocurra)…”
·         “Hazle seguimiento a fulano, para que cumpla con lo que debe hacer…”
La verdad que el uso de esta palabra es casi una muletilla y solo sirve para darle un cariz importante a una acción que debería normalmente hacerse.
Que dice el diccionario de la RAE:
Seguimiento.
1.     m. Acción y efecto de seguir o seguirse.
No es mucho, Google nos dice:
Seguimiento
1.     Acción de seguir algo o a alguien.
"el seguimiento del eclipse; la policía sometió al principal sospechoso a un riguroso seguimiento"
2.     Observación minuciosa de la evolución y desarrollo de un proceso.
"haremos un seguimiento del trabajo de nuestros empleados; el seguimiento diario de las informaciones culturales en la prensa escrita es un hábito minoritario entre la población"
Si vamos al verbo “seguir” en el diccionario de la RAE entre las 15 acepciones que tiene el verbo me quedo con estas, que son las que reflejan más de cerca lo que “hacer seguimiento” significa en nuestra jerga laboral, empresarial, política.
1. tr. Ir después o detrás de alguien. U. t. c. intr.
7. tr. Observar atentamente el curso de un negocio o los movimientos de alguien o algo.
10. tr. Perseguir, acosar o molestar a alguien; ir en su busca o alcance. Seguir una fiera.
En particular la acepción número diez es la que me parece más cercana a lo que algunos quieren, es decir que acosemos a los demás para el logro de resultados.
Yo añadiría un significado más al malhadado vocablo “seguimiento”

“Recordar de manera insistente y reiterada a los demás que hagan lo que naturalmente tienen que hacer dentro de sus funciones”