Hay una palabreja de uso común y frecuente en nuestro diario
devenir: “seguimiento”
·
“Vamos a hacer un seguimiento de las medidas a implementar…”
·
“Hay que hacer seguimiento de las solicitudes,
documentos, órdenes, etc, (lo que se les ocurra)…”
·
“Hazle seguimiento a fulano, para que cumpla con
lo que debe hacer…”
La verdad que el uso de esta palabra es casi una muletilla y
solo sirve para darle un cariz importante a una acción que debería normalmente
hacerse.
Que dice el diccionario de la RAE:
Seguimiento.
1. m.
Acción y efecto de seguir o seguirse.
No es mucho, Google nos dice:
Seguimiento
1. Acción
de seguir algo o a alguien.
"el seguimiento del eclipse; la policía sometió al principal
sospechoso a un riguroso seguimiento"
2. Observación
minuciosa de la evolución y desarrollo de un proceso.
"haremos un seguimiento del trabajo de nuestros
empleados; el seguimiento diario de las informaciones culturales en la prensa
escrita es un hábito minoritario entre la población"
Si vamos al verbo “seguir” en el diccionario de la RAE entre
las 15 acepciones que tiene el verbo me quedo con estas, que son las que
reflejan más de cerca lo que “hacer seguimiento” significa en nuestra jerga
laboral, empresarial, política.
1. tr. Ir después o detrás de alguien. U. t. c. intr.
7. tr. Observar atentamente el curso de un negocio o los
movimientos de alguien o algo.
10. tr. Perseguir, acosar o molestar a alguien; ir en su busca o
alcance. Seguir una fiera.
En particular la acepción número diez es la que me parece
más cercana a lo que algunos quieren, es decir que acosemos a los demás para el
logro de resultados.
Yo añadiría un significado más al malhadado vocablo “seguimiento”
“Recordar de manera insistente y reiterada a los demás que hagan lo que naturalmente tienen que hacer
dentro de sus funciones”